Al promover las visitas a los entornos que albergan las plantas industriales, los museos, los archivos de las empresas y los asentamientos de los trabajadores, el turismo industrial favorece un conocimiento profundo del territorio desde un punto de vista a menudo lateral a los itinerarios del turismo clásico.

El turismo industrial se configura, de hecho, como un recurso innovador a disposición de las comunidades locales para comprender la constitución del tejido territorial y social de un lugar, una fuente de interpretación y diseño en los procesos de desarrollo y mantenimiento de los procesos industriales, por un lado, y de desindustrialización, por otro, promoviendo, al mismo tiempo, actividades coherentes y sostenibles de recuperación y reutilización de los contenedores abandonados.

A partir de esta premisa, comienza la acción y las actividades de TrattoPunto.